El primer registro nacional de pacientes en lista de espera superurgente (los llamados “código 0”) para trasplante cardiaco reúne la experiencia de cinco años de todos los equipos españoles en este campo. Las conclusiones ya se han tenido en cuenta para definir los criterios de inclusión en lista de espera de trasplante cardiaco urgente de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) de 2017 y ponen de manifiesto la necesidad de aumentar la disponibilidad de donantes cardiacos.

El registro “ASIS-TC” (Empleo de los dispositivos de ASIStencia ventricular de corta duración como puente a Trasplante Cardiaco urgente en España) ha estado coordinado por los doctores Eduardo Barge y Marisa Crespo, cardiólogos del Hospital Universitario de A Coruña, uno de los centros del CIBERCV (Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares) que han presentado los resultados en Madrid acompañados por el doctor Rafael Matesanz, presidente del Comité Científico de la Fundación Mutua Madrileña.

El registro, que ha sido financiado a través de una Ayuda a la Investigación de la Fundación Mutua Madrileña, recoge los datos de 291 pacientes, conectados a un dispositivo de asistencia circulatoria debido a su deterioro físico, que fueron incluidos con urgencia máxima en la lista de espera para trasplante cardiaco entre 2010 y 2015 en 16 centros de España. Los datos se acaban de publicar en la revista científica European Journal of Heart Failure y fueron presentados en el Congreso Europeo de Insuficiencia Cardiaca.

Los doctores responsables de la investigación junto a Rafael Matesanz, presidente del Comité Científico de la Fundación Mutua

El registro, que ha sido financiado a través de una Ayuda a la Investigación de la Fundación Mutua Madrileña, recoge los datos de 291 pacientes.

Prioridad en trasplante cardiaco

La prioridad de los enfermos que necesitan un trasplante cardiaco se ordena en tres categorías: las urgencias 0 y 1 y el trasplante electivo para el resto de pacientes en lista de espera.

La urgencia 0 implica prioridad nacional para recibir el primer corazón adecuado disponible, debido al deterioro del estado de salud, a la conexión del enfermo a un dispositivo de asistencia circulatoria de corta duración y a las altas posibilidades de fallecer.

Esta situación de urgencia 0 es cada vez más frecuente. En 2016, en España el 49% de los trasplantes se realizó a enfermos en lista de espera urgente, ya fueran código 0 o 1. Concretamente, el 34% fueron código 0.

Conclusiones

El análisis del registro ha permitido extraer conclusiones como que:

1.Conectar al paciente muy grave a un dispositivo de asistencia circulatoria de corta duración como puente al trasplante cardiaco salva la vida a enfermos con shock cardiogénico refractario. Sin este soporte mecánico, la mayoría de estos enfermos morían antes de recibir el órgano.

2. A pesar de la gravedad de los enfermos que entran en “código 0” los resultados post-trasplante son alentadores: la supervivencia al alta hospitalaria tras un trasplante en “código 0” fue del 74%, claramente superior a la de aquellos que no recibieron un órgano (11%).

3. La evolución post-trasplante difiere según el tipo de asistencia utilizada para mantener al paciente y la situación del paciente en el momento del trasplante.

4. El registro constata la gran eficiencia del sistema español de obtención de órganos para trasplante. Gracias a él, en torno al 80% de los pacientes en “código 0” obtuvo un donante cardiaco en un tiempo medio de 7,6 días, “cifras impensables en cualquier otro país”, según el doctor Matesanz.

Los datos suponen la experiencia de todos los equipos españoles de trasplante cardiaco durante 5 años, lo que ha tenido una gran trascendencia práctica y sus resultados ya se han tenido en cuenta por parte de la ONT y de la red trasplantadora cardiaca a la hora de adoptar a principios de este año nuevos criterios de inclusión en la lista de espera de trasplante cardiaco urgente. “Estos criterios se revisan cada año con la finalidad de mejorar los resultados post-trasplante y emplear de la forma más adecuada un bien escaso como son las donaciones cardiacas”, explica el doctor Matesanz.

“Tener bien clasificados a los pacientes es fundamental porque según sus características previas no todos van a evolucionar igual tras el trasplante”, ha ahondado la doctora Crespo.

Aumentar el número de órganos

El registro pone de manifiesto la necesidad de aumentar la disponibilidad de donantes cardiacos, un campo que promueve activamente la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y en la que trabajan varios grupos de investigación de toda España.

La Fundación Mutua Madrileña ha financiado en los dos últimos años diez estudios encaminados a validar nuevas vías para aumentar el número de órganos disponibles para trasplante.

De entre ellos, destaca uno dirigido a poder emplear los corazones de personas que fallecen en parada cardiaca y no en muerte encefálica, como ocurre con el donante estándar. “La obtención de corazones válidos para trasplante tras parada cardiaca un hecho reciente que hasta el momento solo se ha conseguido en unos pocos centros en el mundo de Australia, USA e Inglaterra, pero todavía no en España, aunque se trabaja en esa línea desde la ONT”, explica el doctor Matesanz.

Compromiso con la investigación

La Fundación Mutua Madrileña convoca anualmente sus Ayudas a la Investigación en Salud con el fin de contribuir al mantenimiento y desarrollo de la investigación científica en España y mejorar los tratamientos médicos. Desde la puesta en marcha de la primera convocatoria en 2004 se han respaldado cerca de 1.300 proyectos de investigación en 195 centros diferentes con una aportación de más de 56 millones de euros.

El Comité Científico de la Fundación Mutua Madrileña está presidido por el doctor Rafael Matesanz y de él forman parte como vocales los doctores Miguel Caínzos, Antonio Torres, Anna Lluch y Fernando Marco.