Aesleme (Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal) y la Fundación Mutua Madrileña, con su programa ‘Agárrate a la vida’, intentan prevenir y concienciar de los riesgos de las imprudencias y distracciones a los jóvenes españoles.
En España, el año pasado fallecieron 1.806 personas, 24 menos que el año anterior, en más de 102.000 accidentes de tráfico. Además, 138.609 personas resultaron heridas, y casi la décima parte requirieron ingreso hospitalario.
Es cierto que hace 30 años, en 1989, murieron 9.344 personas, y que hace 20 años fueron 5.738, por lo que el descenso de fallecidos está siendo considerable.
Sin embargo, no se puede bajar la guardia, porque perder la vida, o pasar al “club de las sillas de ruedas”, es cuestión de décimas de segundo.
Aesleme (Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal) y la Fundación Mutua Madrileña, con su programa ‘Agárrate a la vida’, intentan prevenir y concienciar de los riesgos de las imprudencias y distracciones a los jóvenes españoles.
He aquí, en síntesis, los puntos nucleares que hay que tener en cuenta al volante, según la charla que impartió Gustavo Almela, de Aesleme, con más de treinta años en silla de ruedas, desde los 21, a los alumnos de primero de Medicina de la Universidad Francisco de Vitoria.
Gustavo Almela, de Aesleme, durante la charla que impartió a los alumnos de primer de Medicina de la Universidad Francisco de Vitoria.
La medida de prevención principal será siempre evitar conducir el vehículo, o que exista un conductor alternativo que no haya ingerido alcohol.
1. Evitar cualquier tipo de distracción al volante. Las distracciones son la primera causa de muerte en accidentes de tráfico, con un 32 por ciento aproximadamente. Y los accidentes al volante son, a su vez, la primera causa de muerte y discapacidad en menores de 34 años, señala Gustavo Almela, involucrado al cien por cien en los cursos de ‘Agárrate a la vida’.
Los expertos coinciden en que, desde edades tempranas, los varones tienen más probabilidades que las mujeres de verse involucrados en accidentes de tránsito, y las estadísticas lo corroboran. Según el Ministerio del Interior, el 80 por ciento de los fallecidos son varones, frente al 20% de mujeres, y son porcentajes que se mantienen estables desde hace años. Por otra parte, en torno al 73 por ciento de todas las muertes por accidentes de tráfico afectan a hombres menores de 25 años, que tienen tres veces más probabilidades de morir en un accidente que las mujeres jóvenes.
2. El móvil, apagado o en la guantera, es decir, alejado de nuestra mano. “El coche no es una segunda oficina”, dice gráficamente Gustavo Almela. Pero también cuidado con el tabaco o la radio.
Según recientes encuestas, un 12 por ciento reconoce usar las redes sociales de forma habitual mientras conduce, un porcentaje que se eleva hasta el 17 por ciento entre los jóvenes de 18 a 24 años. Y por encima del uso de redes sociales se sitúan usos del móvil como GPS (25%), mensajería instantánea (19%), llamadas sin manos libres (14%) o lectura de email (13%). Cuando suena un móvil, o al hablar por él conduciendo, “la alerta es auditiva, motriz, visual e intelectual”, lo que supone un riesgo tremendo, apunta Almela en su exposición.
3. La velocidad inadecuada es causa de accidentes mortales en un 22 por ciento, aunque se ha reducido en un 7 por ciento el año pasado. En teoría, se puede ir hasta 120 km/hora en autopistas. “Pero es preciso adaptar la velocidad a varios factores”, añade Gustavo Almela: “a las condiciones climatológicas, al tipo de vía –autopista/autovía, carretera convencional-, y al estado físico y anímico del conductor, porque las circunstancias pueden ser muy variadas. Es decir, la atención ha de ser plena y consciente”. En realidad, conducir a 80-90 km/hora por el carril derecho, evita muchos riesgos, y supone además un ahorro. “Y algo muy importante: ojo a la falsa percepción de los distancias y velocidades”, señala el experto. Por ejemplo, en los adelantamientos en las carreteras de una dirección.
4. Evitar el alcohol y otras drogas, que son determinantes en el 21 por ciento de los accidentes. “A veces se habla del alcohol y las drogas, y se debería hablar del alcohol y otras drogas”, subrayando el otras, dice Almela, quien recuerda el dato de que “uno de cada tres conductores fallecidos ha dado positivo en la prueba de alcoholemia y/ otras drogas”. ¿Por qué poner límites, si con una gota de alcohol ya se está afectado?, añade. “No se coge un coche cuando se ha bebido”. Es muy importante la figura del conductor alternativo.
La tasa de alcohol permitida en España es de 0,25 mg/l en aire espirado o de 0,5 g/l de alcohol en sangre en conductores normales y ciclistas. Dependiendo del grado de alcohol en sangre, las multas y sanciones van desde los 500 a 1.000 euros. Si das entre 0,25 mg/l y 0,5 mg/l en aire expirado tienes que pagar 500 euros de multa y pierdes 4 puntos. La absorción en la sangre es rápida, entrando en el riego sanguíneo en tan solo 5 minutos y alcanzando las máximas concentraciones en sangre en un tiempo estimado de 30 a 90 minutos.
Si bien es cierto que existen frases hechas como que con dos cañas no se da positivo en un control de alcoholemia, nunca hay que fiarse de tales afirmaciones. La medida de prevención principal será siempre evitar conducir el vehículo, o que exista un conductor alternativo que no haya ingerido alcohol.
Diversos estudios estiman que un vaso y medio de cerveza en un hombre de complexión media ya puede dar positivo en un control. En el caso de una mujer, la cantidad de medio vaso sería suficiente. Si no se consigue una alternativa para la conducción, los estudios recogen que un hombre de complexión media tardará un mínimo de una hora para metabolizar 10 ml de alcohol.
5. Casco, cinturón de seguridad, triángulos, no mover a los heridos.
Los motoristas continúan siendo uno de los colectivos más vulnerables en la vía, por lo que el uso de un casco adecuado se convierte en algo fundamental en materia de prevención. Según Gustavo Almela, es importante resaltar que el casco debe ser integral, es decir, debe tapar toda la cara. A pesar de ello, existen una serie de ventajas relacionadas con la conducción en moto, entre ellas las más evidentes como la menor contaminación que producen o la reducción de tiempo en los desplazamientos. El principal inconveniente es su inseguridad, ya que la probabilidad de un accidente de un motorista es 17 veces superior a la de un conductor de coche, según estudios de las DGT.
En el caso de los vehículos, se ha intensificado por parte de la DGT la campaña de concienciación sobre el uso del cinturón, ya que es el elemento de seguridad que más vidas ha salvado. En caso de los bebés y niños pequeños, la legislación española obliga a que los menores de 1,35 m de altura vayan siempre sentados en los asientos traseros del automóvil.
En cuanto al uso de triángulos, deben ponerse como mínimo a 50 metros antes del vehículo estacionado, y 50 metros después. Pero es muy aconsejable situarlo no 50 metros antes, sino al menos 100 metros, para dar tiempo a reaccionar al vehículo que viene, que puede ser un autobús o un camión.
Si nos encontramos en la situación de socorrer a una víctima de accidente de tráfico, la norma general es no mover a los heridos tras un accidente, pero siempre “hay excepciones”, indica Almela. Por ejemplo, en los casos de corrientes de agua con inundaciones y riadas, o fuego, con el coche incendiado o que se produzca riesgo de incendio”, hay que sacar a los heridos cuanto antes.
6. ¿Sabe quiénes son los colectivos vulnerables?
Las lecciones de Aesleme, con el apoyo de la Fundación Mutua Madrileña, tienen en cuenta muchos factores. Uno de ellos es la siguiente estadística del Ministerio de Interior muy a tener en cuenta: “Los colectivos vulnerables –peatones, ciclistas y ciclomotoristas–, representan el 48% de todos los fallecidos”, y “fueron un 2% más en 2018 que el año anterior, lo que supuso nada menos que 865 usuarios vulnerables fallecidos”.